Crecimiento Personal Salud

El poder del pensamiento por Deepak Chopra

Deepak Chopra

Todo el mundo tiene un propósito en la vida…Un don único o talento especial para ofrecer a los demás. Y cuando combinamos ese talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y el júbilo de nuestro propio espíritu, que es la meta última de todas las metas

Deepak Chopra nació en la India en 1947. En 1968 se diplomó en Medicina Endocrinológica y en 1980 emigró a Estados Unidos, donde fue profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts (Boston), fue jefe del personal médico del New England Memorial Hospital y ha publicado más de 25 libros traducidos en casi todos los idiomas.

En inglés lleva vendidos más de 10 millones de ejemplares. Fundó y dirige el Centro Chopra para el Bienestar y el Instituto Médico Mente-Cuerpo en San Diego (California). Sus libros tratan sobre la espiritualidad, el poder de la mente y la curación médica.

Sus ideas están influenciadas por las enseñanzas indias como el Ayurveda, los Vedanta y el Bhagavad Gita, también por la física cuántica. En 1998 recibió el Premio Ig Nobel en física por su interpretación de la física cuántica aplicable a la vida.

Entre sus libros destacan: “Curación Cuántica”, “El Libro de los Secretos”, “Las Siete Leyes Espirituales del Éxito” y “Sincrodestino”.

Las siete Leyes Espiriruales del Éxito

1.-La Ley de la Potencialidad Pura:

La fuente de toda creación es la consciencia pura…

La potencialidad pura que busca expresarse para pasar de lo inmanifiesto a lo manifiesto. Y cuando nos damos cuenta de que nuestro verdadero yo es la potencialidad pura, nos vemos alineados con el poder que lo expresa todo en el universo”.

La potencialidad pura es la esencia del ser humano, su consciencia o alma, cuando la persona encuentra la potencialidad misma de su “yo interior”, es capaz de manifestar todas sus capacidades, cualidades y potencialidades innatas, y a su vez, es capaz de estar en armonía ya no sólo con su cuerpo y mente, sino con el universo en sí mismo, con todo lo que existe. Su visión sobre el mundo y su propia vida se transforma para adoptar así, una visión más profunda e intrínseca sobre el ser humano, acercándose así a fronteras insospechadas, que lo conectan con la realidad pero orientada o enfocada desde una nueva perspectiva.

2.-La Ley del Dar:

El universo opera por medio de un intercambio dinámico…

Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de energía del universo. Y si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida”.

El universo opera mediante un intercambio de energías. Somos energía y por lo tanto, nuestros pensamientos, emociones y lo que somos, es energía en movimiento. Todo lo que manifestamos es energía que damos y en consecuencia, recibimos también energía. Para estar en armonía con el flujo de energía del universo debemos estar dispuestos a dar, pero en ese “dar”, no pueden entrar sentimientos egoístas o posesivos. Damos sin interés y a su vez, recibimos lo mismo.

Para mantener la abundancia del universo en nuestra vida damos y recibimos, pero en esta apreciación entra en juego la palabra “compartir”. No es cuestión de dar o recibir, sino de compartir lo que somos, lo que pensamos, sentimos en un intercambio energético. Para poder comprender mejor este aspecto sólo debemos observar la naturaleza. La naturaleza es abundancia en sí misma y en ella, se experimenta este concepto universal de dar y recibir.

3.-La Ley del Karma o de Causa y Efecto:

Cada acción genera una fuerza de energía que regresa a nosotros de igual manera…

Cosechamos lo que sembramos. Y cuando optamos por acciones que producen alegría y éxito a los demás, el fruto de nuestro karma es también alegría y éxito”.

La ley de causa y efecto no es otra que la que se obtiene como resultado del producto de nuestras acciones. Si cosechas buenas acciones obtendrás buenos efectos y si cosechas malas acciones, obtendrás malos efectos. Toda energía que es enviada ya sea en forma de pensamiento, emoción o acción, tiene una repercusión y viene de vuelta en la misma medida.

La ley de causa y efecto produce a su vez toda una cadena de consecuencias. Ya que la interactuación con el mundo, y con las personas y todo lo que nos rodea, crea una rueda de causas y efectos. En cierta forma, el karma es inevitable mientras el ser humano no tome consciencia de sus causas y sus posibles efectos. Cuando sea capaz de profundizar en la base de esta ley universal, también será capaz de liberarse de la rueda de causas y efectos, así como del sufrimiento fruto de la ignorancia, para adoptar una consciencia superior y en consecuencia, evolucionar hacia una dimensión espiritual donde esta concepción dará paso al amor.

4.-La Ley del Menor Esfuerzo:

La inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad…

Con despreocupación, con armonía y con amor y cuando aprovechamos las fuerzas de la armonía, la alegría y el amor, creamos éxito y buena fortuna con gran facilidad”.

La naturaleza es armonía, todo tiene un sentido y una armonía para que exista un equilibrio u orden natural. En la sociedad actual este equilibrio o sentido de armonía, se ha perdido casi por completo. El hombre ya no vive en armonía con la naturaleza como nuestros ancestros así lo hacían. Para que podamos aprovecharnos de estas fuerzas, debemos estar en armonía en un primer lugar con lo que somos y luego con lo que nos rodea. Sólo así, podremos hallar la alegría de vivir, el amor, la fortuna y el éxito que es inherente a todo ser humano.

Las preocupaciones, el estrés y la sociedad materialista, han sustituido esta armonía natural por el caos y la confusión. Nuestro reto no consiste en vivir en la Edad de Piedra ni mucho menos, sino en crear una sociedad aportando nuestro granito de arena a que esa armonía natural se reestablezca en nuestro planeta.

5.-La Ley de la Intención y el Deseo:

Inmanente en toda intención y en todo deseo está el mecanismo para su realización…

La intención y el deseo en el campo de la potencialidad pura tienen un infinito poder organizador. Y cuando introducimos una intención en el suelo fértil de la potencialidad pura, ponemos a trabajar para nosotros ese infinito poder organizador”.

La manifestación del deseo y la intención es fundamental para la realización de nuestros más íntimos sueños y proyectos. El deseo de obtener un resultado desencadena toda una intención de acciones destinadas a obtener éxito y satisfacción. Pero no se trata de una mera satisfacción egoísta o personal, se trata de seguir o perseguir la consecución de lo que somos, de lo que nuestro corazón anhela en lo más íntimo y cuando eso sucede, se produce una reacción, en la que la muchos mecanismos inconscientes se ponen en marcha y trabajan para que el resultado esté en perfecta armonía con todo.

6.-La Ley del Desapego:

La sabiduría de la incertidumbre reside en el desapego…

En la sabiduría de la incertidumbre reside la liberación del pasado, de lo conocido, que es la prisión del condicionamiento anterior. Y en nuestro deseo de ir hacia lo desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos entregamos a la mente creativa, que orquesta la danza del universo”.

El desapego nos dirige hacia la incertidumbre de nuestra vida, de lo que somos y del futuro. Cuando hay apego podemos controlar lo que somos, dirigir nuestras vidas y en consecuencia aferrarnos a lo conocemos, al pasado que sin duda condiciona nuestra vida y conducta. Cuando te desapegas de todo lo que has conocido y de tu propio pensamiento condicionado por las experiencias previas, entras en el “vacío”, donde puedes dar forma y crear todas las posibilidades de tu existencia en la Tierra.

7.-La Ley del Dharma o Propósito de la Vida:

Todo el mundo tiene un propósito en la vida… Un don único o talento especial para ofrecer a los demás.

Y cuando combinamos ese talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y el júbilo de nuestro propio espíritu, que es la meta última de todas las metas”.

Todo ser humano nace con un don o un talento. Cada ser es único e irrepetible. Nacemos con un propósito en la vida, no sólo para vivir la experiencia de la vida terrenal, sino para aflorar y desarrollar nuestro don o talento. Cuando descubrimos nuestro don y lo ponemos al servicio del mundo, experimentamos lo que muchos anhelan, la felicidad.

Nuestra alma está en armonía y podemos manifestarnos en todo nuestro esplendor, podemos alcanzar cualquier propósito porque hemos descubierto nuestro gran tesoro que nos hace especiales y únicos.

Más información: www.deepakchopra.com

2 Comentarios

    • Estos pensamientos escrito verdaderamente hacen sentir mi alma con una paz y de la verdadera creencia de que hay un ser supremo de la creacion atraves de lo que manifiresta el espiritu

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