Su sonido evoca la naturaleza y la armonía, la paz, el amor y la tolerancia.
El Didgeridoo
Es uno de los instrumentos de viento mas antiguo e interesantes cuya procedencia tiene origen en una tribu de aborígenes australianos que rescatan las ramas de algunos arboles endémicos de la región noreste de Australia como el “Wooly Butt” (Eucalyptus miniata), el “Stringy Bark” (Eucalyptus tetrodonta) el “River Red Gum” (Eucalyptus camaldulensis), o el “Ironwood” (Eritrophaleum laboucherii). que previamente y de un modo natural han sido horadadas en sentido longitudinal por un tipo de termitas conocidas como “Antenas blancas” (Coptotermes acinaciformes).
Tradicionalmente estos aborígenes se adentraron en la naturaleza para escuchar intensamente sonidos como el aletear de los pájaros, el paso de los animales sobre la hierba, el viento y el trueno. La esencia de todos estos sonidos fue cuidadosamente evocada en el sonido del Didgeridoo.
El largo y ancho del instrumento es variable y de ello depende el tono del mismo y su utilización. Normalmente el tamaño oscila entre 1 – 1,5 metros de largo y 2 – 5 centímetros de diámetro interior. La parte superior o boquilla se recubre con cera virgen de abeja lo que permite regular el ancho y la forma de la misma para comodidad de la interpretación.
El Didgeridoo se utiliza para tocar en grandes grupos, para acompañar danzas y cantos rituales como las ceremonias “Corrobories” y “Djunguwan” donde solo algunos maestros iniciados tocan unos didgeridoo de hasta tres metros de largo, que representan a “Yurlunggur” la serpiente del arco iris.
También se toca junto con otros instrumentos como los “Bilma o Click stycks” (Especie de claves) o el “Ngurrangay o Bullroarer”. (Resonador de viento).
Simbología:
Evocando la naturaleza y la armonía, paz, amor, y tolerancia, el Didgeridoo se asocia a la unión de dos opuestos complementarios, lo femenino y lo masculino como referencia a su forma interna y externa; también se le asocia a la diosa Yurlungur, conocida tambien como la serpiente del arco iris, puente entre la tierra y el cielo, comunicadora de dos realidades: la espiritual y la terrenal.
Respiración Circular:
Es la técnica básica de respiración que nos permite tocar el Didgeridoo. Con esta técnica se consigue generar la salida constante de un flujo de aire expulsado por la boca a una presión constante que genera estados meditativos, de consciencia y concentración.
Analogía de los instrumentos rituales
Hay algunos fenómenos que siempre están presentes en su ejecución:
El sonido o vibración, una respiración especial, la repetición de una melodía o acción, una larga duración de ejecución y el ritmo. Estos fenómenos asociados producen diferentes estados de consciencia. Todas estas constantes se dan en el Didgeridoo y aún se da otra más que es la ininterrupción de todos estos fenómenos simultáneamente, lo que hace al Didgeridoo un instrumento privilegiado en practicas de desarrollo espiritual.
El Didgeridoo instrumento generador de energía vibracional
Es indiscutible que la práctica de cualquier instrumento ritual genera un estado especial en la persona que lo ejecuta y también en quien lo escucha o recibe. El Didgeridoo no es una excepción ya que al recibir la vibración se produce un estado de relajación consciente y una compensación energética que se traduce en un estado de bienestar.
La energía vibracional libera los bloqueos energéticos en todos los estados y niveles, restaura el proceso constante y natural de transformación y autocuración, renueva el flujo natural de energía, activa estados profundos de consciencia, aflora las emociones y restituye la armonía
La respuesta de los sueños
Todo practicante y receptor del sonido del Didgeridoo recibe un beneficio, la mayor consciencia de sus sueños, vehículo importante de la intuición y la memoria subconsciente.
Historia y Mito:
Cuenta una antigua leyenda que en el tiempo del sueño (Dream time), cuando la creación de la tierra y el universo no estaba aún acabada, un hombre se adentro en la selva para recoger leña. Recogió los troncos y volvió a su cueva. Cuando llegó a la orilla del fuego echó algunas de las ramas que había recolectado.
En ese momento descubrió que dentro de una de las ramas salían termitas y como no quería hacerles daño sacó la rama del fuego y sopló suavemente dentro de él para que las termitas salieran sin sufrir daño alguno. Las termitas salieron volando hacia el cielo y formaron la Vía Láctea y de la rama salió por primera vez el sonido del Didgeridoo.
Cómo comprar un Didgeridoo:
En Australia sólo se considera un Didgeridoo al instrumento de eucaliptus horadado por termitas o en su defecto de bambú.
El didgeridoo ideal debe ser estrecho en la parte superior y ancho y más macizo en la parte inferior. No debe ser demasiado pesado y preferiblemente sin pintar. A veces, el Didgeridoo por dentro tiene una capa de resina para evitar que la humedad del aliento y la saliva deterioren la madera.
También podemos encontrar Didgeridoos barnizados exteriormente.
El tono de afinación aconsejable para comenzar a tocar un Didgeridoo oscila entre el do y el re de la escala temperada.
Más grave o más agudo es más difícil de tocar y también más limitado en su capacidad de acción (Articulaciones, vocalizaciones, ritmos… Estos factores hacen que el instrumento sea más fácil de tocar, esté bien protegido y tenga un sonido muy bueno.
Existen muchos otros materiales con los cuales se construyen los Didgeridoos, desde el PVC hasta el cristal pero el sonido es considerablemente diferente. Para acceder a un buen instrumento lo mejor es asesorarse ya que hay muchos factores que inciden en la calidad del Didgeridoo:
El largo y ancho del instrumento, la calidad de la madera, la procedencia, los acabados de fabricación, etc.
El precio de un Didgeridoo de eucaliptus sin pintar oscila, dependiendo de la calidad del instrumento, entre los 200 y los 1200 euros aproximadamente. Existen verdaderas obras de arte realizadas sobre los didgeridoos y evidentemente los precios fluctúan de acuerdo al artista que los pinta.
El precio de un Didgeridoo de bambú oscila, dependiendo de la calidad del instrumento entre los 60 y los 200 euros aproximadamente. Cuidado con las imitaciones. No son aconsejables los Didgeridoos de maderas ensambladas y vaciados a mano. Siempre es preferible un didgeridoo sencillo de bambú.
Desconfíen si el precio del didgeridoo es inferior al especificado anteriormente en cualquiera de los dos casos (Eucaliptus o bambú).
Tampoco son aconsejables los Didgeridoos pintados o decorados. Debajo de la pintura se pueden disimular muy bien roturas, grietas, ensambles, nudos de la madera, reparaciones, etc.
En mis cursos ofrezco la posibilidad de utilizar, probar y adquirir instrumentos de muy buena calidad ya que son una selección personal de Didgeridoos tanto de eucaliptus como de bambú. Algunos de los instrumentos de bambú que facilito en mis cursos han sido fabricados por mi.
