La Legitimidad de la Sanación
Piense en un mundo en el que la atención sanitaria no tiene efectos secundarios, en el que no siente dolor durante o después de los procedimientos sanitarios. Imagínese un mundo en el que nuestros hijos nos miran y nos preguntan incrédulos: “¿De veras? ¿En serio que la gente se tomaba veneno para intentar curarse?”. Nos hemos insensibilizado tanto con nuestra actitud de “si no hay dolor no hay cura” que el ataque de las cirugías optativas y los anuncios farmacéuticos que comunican que la nueva pastilla puede causar “un grave dolor de estómago” o acarrear “muerte súbita” ya ni siquiera nos inmutan.
Sin embargo, si menciona la palabra sanador, la gente responderá poniendo los ojos en blanco, imaginándose túnicas holgadas, cristales, incienso y varitas, e incluso reaccionará de manera inapropiada mostrando un enfado e indignación farisaica similar a la conducta agresiva de un conductor en hora punta un día caluroso de verano (¡incluso se fingen nauseas y ganas de vomitar!).
Entendemos que el cuerpo se cura solo. ¡La escayola sobre un tobillo roto sirve para protegerlo mientras el hueso se cura solo! Pero si se menciona la palabra sanación fuera del contexto médico dominante, es como si el mundo se nos viniera encima. Es realmente una pena porque hay mucho por descubrir en relación con nuestra salud que hasta ahora la medicina conservadora occidental dominante no ha captado, aunque dicha medicina está empezando a abrir los ojos ante todo esto ahora que las nuevas generaciones están tomando el relevo y que cada vez se descubren más cosas con la física cuántica sobre cómo se cura el cuerpo en realidad.
Por supuesto, el mundo está repleto de gente que utiliza la palabra sanación para su propio beneficio personal, como si de algo mágico o místico se tratara o como si perteneciera al reino de la religión o de unos pocos afortunados. ¿Cómo olvidar esos programas televisivos americanos en los que dan manotadas infames en la frente de la gente, empujan a las personas y luego pasan el platillo alegando que les han curado?
Esta gente no podría haber llevado la palabra sanación más lejos de su esencia: presentan un problema que debe superarse por aquellos legítimamente involucrados en el despertar de la conciencia pública ante la verdadera credibilidad de los enfoques sanitarios no alopáticos. Por supuesto, el contexto médico dominante lo ha utilizado para posicionar la medicina como la supuesta autoridad respecto a los otros sistemas sanitarios, sobre todo aquellos de los que la medicina hasta ahora no sabe casi nada.
Se trata de una postura peligrosa en la que encontrar a la medicina y para la medicina en sí misma. Los enfoques sanitarios como la acupuntura y la quiropráctica han realizado un trabajo ejemplar al aunar la ciencia con las filosofías orientales y occidentales más holísticas de la atención sanitaria. Son sistemas sanitarios ahora aceptados y cubiertos por la mayoría de seguros.
Sin embargo, muchos en el contexto médico dominante querrían llamarlos aún alternativos, complementarios o “medicina” integrativa cuando, en realidad, se conocen más como “atención sanitaria” alternativa, complementaria o integrativa, un grupo al mismo nivel que la medicina. De este modo, por supuesto, la medicina está al mismo nivel, y no a un nivel superior, que los otros enfoques sanitarios, lo cual puede ser más apropiado, más afortunado y, en pocas palabras, más de interés general.
El Dr. Eric Pearl está ayudando a legitimar las nuevas prácticas sanitarias
El principal experto en el mundo de la sanación, el Dr. Eric Pearl,está ayudando a legitimar las nuevas prácticas sanitarias y a restablecer la palabra sanación como un verdadero término de salud, devolviéndolo a su legítimo lugar en el léxico sanitario actual. Como fundador de Reconnective Healing® (Sanación Reconectiva), un nivel avanzado de salud energética, y autor del bestseller internacional «La Reconexión: Sana a otros, sánate a ti mismo»\[OBELISCO], disponible en 39 idiomas, viaja por todo el mundo para educar a practicantes de sanación de todos los campos en el arte, la ciencia y la filosofía de la Sanación Reconectiva. Les enseña que ya no necesitan añadir superstición, una técnica compleja, un ritual basado en el miedo, protecciones ni chismes de sanación a su trabajo.
Señala que la sanación no tiene nada que ver con la fe, la esperanza o la creencia y, de una forma irónica, advierte sobre la ridiculez de utilizar “juguetes de sanación” en la consulta. Los cristales de sanación, las velas, los rituales de protección y similares se utilizan como herramientas de marketing que promueven el miedo disfrazado de amor, miedo en vez de ciencia. Hubo un tiempo en el que el miedo y la superstición lo controlaban todo, un tiempo en el que los que estaban en el poder encerraron al pobre Galileo por haber tenido la osadía de sugerir que la Tierra giraba alrededor del Sol en un momento en el que la religión quería que creyéramos que la Tierra era el centro del universo.
Así pues, la ciencia y la religión empezaron a moverse en direcciones aparentemente opuestas. Pensaron que podían ir en direcciones opuestas porque parecía que la Tierra era plana. Pero no lo era. Era redonda. La ciencia emprendió su camino y pasó de creer que todo era “separado y diferente a la relatividad, al cuanto, y a la conciencia y la verdad”, y la religión emprendió su camino para redescubrir la espiritualidad que la inspiró en un principio. Aunque las dos emprendieron sus caminos en direcciones aparentemente opuestas, descubrieron que sus viajes les llevaron a otro, con el don del apoyo mutuo. La espiritualidad aportó nuevas percepciones sobre hacia dónde iba la ciencia, y la ciencia aportó pruebas sobre lo que la espiritualidad nos había contado hasta ahora.
Eric Pearl está aproximando la ciencia a la sanación, puesto que trabaja con la comunidad médica y lleva a cabo estudios clínicos con resultados cuantificables. La nueva conciencia y conceptos científicos de física cuántica (como la teoría de cuerdas, la evolución del ADN y el descubrimiento no sólo de nuevos niveles de luz, sino también de que nosotros, como seres humanos, en realidad emitimos niveles de luz mensurables e interactuamos con nuestros campos energéticos) nos muestra que tenemos una influencia en nuestra salud “sin ni siquiera tocarnos físicamente”.
“La mayoría de médicos no encienden una vela o te miran los chakras antes de tratarte,” explica Eric Pearl. “No mueven sus manos a tu alrededor para protegerte del mal porque esto no tiene nada que ver con la mayoría de prácticas médicas. La ciencia y la salud no tienen emociones. No hay bien ni mal en la ciencia, y los sanadores de hoy ya no tienen que hacer todas estas cosas. Lo que hacemos no tiene nada que ver con la fe, la esperanza o la creencia. Simplemente es. Y cuanto antes lo entienda todo el mundo, mejor para todos.”
En su libro La Reconexión: Sana a otros, sánate a ti mismo http://www.TheReconnection.com, el Dr. Pearl habla de la teoría de cuerdas y sobre cómo la energía, la luz y las frecuencias están estrechamente ligadas a nuestros sentidos y percepción, a nuestros estados de equilibrio y, por lo tanto, a nuestros estados de salud: “La teoría de cuerdas sugiere que la forma y el contenido de todo el universo está determinado por las frecuencias de vibración que se encuentran en el corazón de cada átomo, de cada partícula. Los efectos de la vibración van mucho más allá de lo que pueden distinguir nuestros sentidos.
Por ejemplo, la fuerza que hace que un imán se pegue a la nevera es la misma que te permite ver los contenidos de la nevera cuando abres la puerta por la noche: el electromagnetismo. La única diferencia entre el magnetismo y la luz visible es la frecuencia del movimiento de la onda energética. ¿Qué son los colores? Diferentes frecuencias de luz visible que interpretan nuestros cerebros. ¿Qué son el calor y el frío? Diferentes frecuencias de movimiento molecular, de nuevo interpretadas por nuestros cerebros”. En sus seminarios por todo el mundo, Eric enseña a proporcionar sanaciones no sólo para uno mismo, sino también para los demás. Y enseña de la forma más clara, fácil y simple que uno pueda imaginar. Sanación sin técnicas. ¡Vaya! ¡Menudo concepto!
Sumergir el cerebro en tales conceptos puede resultar abrumador y muchos en la comunidad médica preferirían seguir con lo que les han enseñado en los libros de texto antiguos y dejar la ciencia “de los locos” (la conciencia de hoy) a los “cretinos”. Pero la ciencia sigue avanzando. Existe una conexión mucho más estrecha de lo que puede imaginarse entre lo que sabemos sobre los átomos, las partículas subatómicas, las ondas de luz, el universo y su salud. Se va progresando a medida que los médicos aprenden a ver el cuerpo humano como una parte conectada y esencial del universo, y no sólo como una colección de células, extremidades y órganos.
Es evidente que está teniendo lugar un cambio importante en la industria sanitaria y que cada vez se incluyen más tipos de prácticas sanitarias alternativas. El cambio ya se ha iniciado con el creciente interés y atención que la comunidad médica presta a ideas que antes se habrían ignorado. Esto no sólo es benevolencia. La realidad es que el mundo está avanzando y la medicina tiene que ir en esta dirección para no quedarse atrás. La medicina ya no es Dios y los congregantes ya no vienen a rezar.
En las cumbres sanitarias nacionales, se aprecia cómo los practicantes de muchas disciplinas sanitarias están al mismo nivel que los médicos más destacados. La medicina alternativa, complementaria e integrativa se ha reemplazado por la atención sanitaria alternativa, complementaria e integrativa. Se progresa poco a poco, pero quién sabe, quizá un día los científicos “cretinos”, los hombres y mujeres de la espiritualidad y los médicos “molones” se sentarán alrededor de la misma mesa y se verán como lo que realmente son: gente que sana a gente.
Este año en los Programas de Formación tienes la oportunidad de Convertirte en el Instrumento de Sanación que Eres.
