El objetivo fundamental es liberar la tensión física y mental.
La Relajación
Relajación es mente en silencio y cuerpo en calma. Ello no significa que relajación se corresponda con un estado de somnolencia. Una persona con la mente en silencio y el cuerpo en calma puede estar en perfecta disposición para responder a un estimulo sorpresa.
No debemos confundir Relajación y Meditación. Mientras la Meditación busca trascender el “yo y los demás”, roles y circunstancias externas para llegar al Ser sin cuerpo y mente, la Relajación, más humilde en sus objetivos busca la calma mental y física mediante técnicas que podrían ser similares a las de Meditación.
Beneficios
Los beneficios de la Relajación abarcan todo el ámbito vital de la persona. Con la mente y cuerpo relajados podemos llegar a tomar las “decisiones acertadas” sin el ruido de la mente parloteadora.
Con un cuerpo relajado podemos disfrutar, plenamente, de nuestras actividades diarias. Ocho horas frente a un ordenador no deberían causar molestias en la espalda si supiésemos relajar nuestros trapecios.
Técnica
Existen múltiples y distintas técnicas a emplear. Una muy sencilla consiste en tumbarse y conscientemente revisar cada parte del cuerpo físico para comprobar si hay o no tensión. Puede tensionarse activamente el pie de la pierna derecha para después permitir que este se relaje. Seguir con la pierna y después con el muslo.
Siempre de forma ordenada para que la mente no tenga que “dar saltitos” y piense qué es lo que se ha dejado por hacer.
También se pueden seguir las indicaciones de un profesor o monitor de relajación que nos llevará a otros espacios recreando la mente en imágenes agradables que nos darán paz.
Indicaciones
La Relajación esta indicada a toda aquella persona que tiene dificultades en poder silenciar su mente o aquellas que no pueden estar con el cuerpo relajado ni siquiera tumbados en un sofá.
También personas a las que les cuesta dormir, ordenar los pensamientos, etc.
Consideraciones
Seria recomendable prestar especial cuidado en conocer previamente a la persona que nos inducirá a la relajación pues, al igual que la Hipnosis, la Relajación profunda puede llegar a inhibir el Consciente.
A partir de ahí, se pueden introducir ordenes de programación mental que, para nada, pretende la persona que se somete a una Relajación.
Unas buenas referencias del terapeuta y una grabadora durante la sesión nos sacaran de dudas.