La Meditación Dinámica
Utiliza esta sencilla técnica para despejar tu mente y recupera la sensación de calma en un día ajetreado. Su práctica también te ayudará a centrar la atención en lo que estés haciendo.
Cinco pasos para la preparación
Antes de comenzar los ejercicios remeditación, tómate un par de minutos para prepararte mental y físicamente. Puede que te lleve un poco de tiempo aprender a meditar de forma eficaz, pero estos cinco pasos te serán de gran ayuda.
- Ponte ropa cómoda y amplia. Si estás en una habitación deja los pies descalzos o ponte unos calcetines
- Relaja tu cuerpo. Deja caer los hombros, no aprietes los dientes adopta una postura erguida pero no rígida.
- Realiza un par de respiraciones lentas y profundas para eliminar tensiones., pero no exageres la respiración aumentando o disminuyendo demasiado el ritmo. El respirar de forma consciente es la base de la práctica de la meditación.
- Cuando comiences a caminar, toma conciencia de tu estado anímico.
- No consideres la meditación una obligación, contémplala como un tiempo especial para la relajación, o como una manera de mejorar el estado de tu mente.
Medita caminando paso a paso
1. Comienza caminando en línea recta o en círculo en el salón de tu casa, en el recibidor, el jardín o en cualquier espacio donde estés tranquila. Camina sin parar de un lado a otro, o en círculo s una marcha moderada y cómoda.
2. Mantén la cabeza erguida y los ojos abiertos pero deja caer tu mirada sobre el suelo, unos pasos por delante de ti, de manera que nada te distraiga visualmente. Relaja el cuello y los hombros y siente relajados todos los músculos del cuerpo.
3. Ahora emplea 10 minutos en tomar conciencia de tu cuerpo. Conduce poco a poco tus pensamientos hacia las sensaciones físicas de caminar. Nota el peso de tu pie desplazarse desde el talón a la punta de los dedos y la sensación que te produce la superficie del suelo en la planta de los pies. El hecho de tomar conciencia de estas sensaciones físicas induce un efecto de ensimismamiento, al que podrás volver siempre que sientas que te estás distrayendo. Si notas que tu mente se debate entre las tensiones del día, reconduce tus pensamientos hacia la acción de caminar.
4. Imagina que un líquido caliente y de color está llenando tu cuerpo. Visualízalo recorriendo tu cuerpo desde la planta de los pies, viajando hacia arriba hasta llenar todos los rincones, hasta la coronilla. Ahora, presta atención a tu estado anímico: feliz, triste, tensa, deprimida, amodorrada, aburrida, incomprendida…
No te concentres en as sensaciones, simplemente reconócelas y deja que se vayan. Al final de la sesión, camina un poco más despacio y deja que tu atención vuelva a los pensamientos cotidianos. Por último, tómate unos minutos para relajarte: siéntate en silencio, mira por la ventana o prepárate una infusión.
¿Qué es la meditación dinámica que se practica caminando?
Es una técnica budista. Desde el punto de vista físico, estimula los niveles de energía y, al impulsar al individuo a centrarse en respirar y caminar; resulta mentalmente relajante.
¿Cuándo empezaré a notar resultados?
Trata de realizar una sesión diaria de 20-30 minutos. Si no notas los efectos beneficiosos inmediatamente, insiste. Cuanto más practiques los ejercicios de meditaciones, mejores serán los resultados.
¿Qué efectos puedo esperar si practico la técnica regularmente?
Te ayudará a cultivar actitudes positivas, como el perdón y la tolerancia, así como a enfrentarte a las cosas. Es perfecta para cuando te resulte difícil concentrarte.