¿Y si empiezas por ti?
Si todavía no lo haces, ya es hora de que empieces a pensar primero en ti. No, ni me ha dado un aire, ni me está patinando ninguna neurona. Sólo te recuerdo que tienes el derecho y el deber de ser la primera persona en quien pienses cada vez que tomes una decisión.
Que la vida va de eso, de tomar decisiones. De ti depende tomar las que más se ajusten a lo que verdaderamente sientes y quieres. ¿O es que sólo vas a hacer lo que se espera de ti?
Desmontando el mito
Es posible que te califiquen de egoísta si comienzas a ponerte en primer lugar. Y, de regalo, te llevas sus connotaciones negativas.
El diccionario de la Real Academia, define el egoísmo como: “Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás”.
Inmoderado, excesivo, desmedidamente… Luego, atenderte y cuidarte en tus propias necesidades, nunca puede ser un acto de egoísmo. Más bien se trata de un acto de amor. Hacia ti, claro. ¿Acaso no atiendes y cuidas a quienes aprecias?
Y seguimos con las creencias
Son muy habituales frases del tipo: “Si es que es muy egoísta. Sólo piensa en sus cosas”. Y se utiliza la palabra “sólo” como un arma arrojadiza. Como si esa persona actuara “siempre” con “inmoderado y excesivo amor” hacia su persona.
Existe la creencia de que tú no mereces la misma atención que quienes te rodean. Porque es de “egoístas” prestarse atención y de “generosos” no hacerlo. Curioso patrón de comportamiento.
¿Cómo dar lo que no se tiene?
Y sin darte cuenta llega un momento en el que descubres que tu autoestima dista de ser la óptima: es que no me valoro, es que siempre me pasa lo mismo, es que nadie me toma en serio, etc. ¿Te das cuenta de la paradoja? Si tú no te tomas en serio, si no te valoras, ¿cómo lo van a hacer los demás? ¿Cómo van a valorar lo que tú no valoras?
Te animo a que sustituyas esa creencia distorsionada sobre el egoísmo. Para querer a otros tienes que quererte a ti. Eso no es ser egoísta. Eso es ser una persona verdaderamente generosa, puesto que te prepara para dar lo que sí tienes.
Hazte un regalo y ten siempre presentes estas tres palabras: EMPIEZO POR MI
Cuenta conmigo para apoyarte en este proceso de cambio.